Con los deberes bien hechos, después de seguir una rutina exhaustiva
para conocer, controlar, dialogar y acorralar al bichito, en mi lucha por
superar ésta depresión mi propósito es reincorporarme a la vida laboral y a la
actividad cotidiana. Si algo puedo sacar en positivo de ésta traumática
experiencia es que si bien ha barrido por completo mi cerebro y destrozado los
pilares mal construidos sobre los que se asentaba mi personalidad, es que una
vez limpiada la zona afectada que estaba llena de fragmentos y restos de mi
intelecto y mi sistema emocional, ahora he podido cimentar lenta y sólidamente esa
zona y construir unos nuevos pilares de manera tan firme y consistente, que si
alguna vez los problemas y el bichito de la depresión vuelven a originar otro
huracán en mi vida, no consigan ni mover un centímetro aquello que tanto me
está costando construir: MI NUEVO YO.
Para llegar al punto en el que ahora me encuentro, planteándome
recuperar la vida laboral y reducir hasta retirar la medicación, he recorrido
los 38 pasos que he compartido con todos vosotros, aprendiendo de mi dolor y
del de muchos que compartís sufrimientos conmigo, pero para avanzar, debo dar
nuevos pasos para conseguir los objetivos que me he marcado.
Como ya he dicho, la depresión me obligó a crearme un nuevo
punto de partida y a replantearme el conjunto de mi existencia para poder
EVOLUCIONAR. He enseñado a mi cerebro a gestionar de un modo nuevo los
problemas que ya tenía así como los que se presenten en el futuro. Ahora me
toca pasar por un proceso que yo he denominado “reinserción sociolaboral”.
Para ello voy a trabajar como si fuese un opositor más,
madrugando para estudiar y llenando mis días de horas de estudio, ejercicios
físicos y prácticos.
Por ejemplo, tras varios meses de problemas severos para
conciliar el sueño y dormir 4 horas seguidas sin ataques de ansiedad incluso
bajo los efectos de la medicación, aunque ahora logre dormir 7 horas seguidas,
mis horas de sueño están desequilibradas, un día duermo desde las once de la
noche a las 6 de la madrugada y otros no me quedo dormido hasta las 5 de la
madrugada y me levanto pasado el mediodía.
Para poder incorporarme a la vida activa debo estabilizar
mis horas de sueño hasta que coincidan con las del trabajo que voy a
desempeñar. Como os contaba anteriormente la depresión me hizo replantearme mi
vida al completo, incluyendo mi oficio y vocación.
Si antes creía que sólo
era válido como cocinero y para ello debía pasar demasiadas horas y festivos
alejado de mi familia, ahora busco algo diferente para mi futuro y voy a
dedicarme a estudiar, impartir cursos de cocina y a una empresa de nuevas tecnologías
aplicadas a la iluminación profesional. Por lo tanto mis horarios de trabajo
también serán muy diferentes a los que tenía hasta sucumbir a la enfermedad.
Pues bien, si mis nuevos ciclos de actividad van a ser de 8
de la mañana a 8 de la tarde, antes de volver a la vida activa, voy a trazar un
plan de adaptación, empezando como dije con las horas de sueño y centrando mis
obligaciones en ese horario mencionado como ciclo de actividad.
En ese “ciclo de
actividad” voy a distribuir mis tareas bien especificadas y planificadas
con sus pertinentes pausas para comer o descansar y por supuesto mantener en
ese planning mi actividad deportiva. Esto último, el hecho de salir a correr o
hacer unas flexiones y abdominales cada día está siendo casi tan efectivo como
la medicación. Llueva o haga calor, esté triste o muy triste, hago mis tareas y
cumplo con mi ratito de deportista. Aparte de devolverme el aspecto saludable
que había perdido mi mente se siente de nuevo dueña de mi cuerpo. Y eso no
tiene precio y merece sobradamente el esfuerzo.
Y por último, como entrenamiento mental, he hecho acopio de
varios libros sobre psicología y otros temas de mi interés para acostumbrar de
nuevo a mi cerebro a asimilar conocimientos nuevos, ya no se trata de leer algo
que me eluda de mis problemas, se trata de recuperar la normalidad en mis
procesos mentales y fomentar mi desarrollo intelectual.
Para terminar, y en un paso que habla sobre el entrenamiento
mental, no se me ocurre mejor autor de una cita célebre que Stephen Hawking,
que además de ser una de las mentes más brillantes de la historia es para mí y
unos cuantos millones de personas, un ejemplo de superación ante una
inimaginable adversidad.
“Incluso la gente que
afirma que no podemos hacer nada para cambiar nuestro destino, mira antes de cruzar la calle”.
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