Desde el principio he dejado claro
la necesidad de un profesional, psicólogo o psiquiatra, para encontrar las
claves y los orígenes de una depresión, en mi caso un trastorno ansioso
depresivo. El hecho de conocer los factores que te llevan a padecer ésta
enfermedad resultan fundamentales para su curación. Pero en mi modesta opinión
como paciente, creo que la terapia psicológica y la medicación resultan
insuficientes sin la voluntad de curación del paciente.
En mi caso el psiquiatra y mi
doctora, tras un par de intentos, dieron con la medicación y las dosis acordes
a mis síntomas. La terapia con mi psicóloga me está ayudando a reconocer las
causas de mi enfermedad y me está aportando herramientas para gestionar mis
emociones y los futuros y posibles brotes, así como a afrontar los golpes
venideros. Pero tras estas dos últimas semanas creo que mi recuperación y
fortalecimiento se basa en tres pilares, los dos anteriormente enumerados y un
tercero. MI FUERZA DE VOLUNTAD.
Al comienzo de éste blog hablaba de
cómo tuve que elegir entre arrojar la toalla y quitarme de en medio o seguir en
éste mundo. Y opté por lo segundo, por VIVIR, y en mi caso, como en todos,
VIVIR significa seguir luchando, o en mi caso, comenzar a luchar de nuevo.
La depresión barrió por completo mi
vida, dejando un cuerpo cansado y sin energías, portador de un alma atormentada
y una mente desquebrajada. En pocas palabras, estaba muerto en vida, y por
tanto, poco me importaba estar igualmente muerto por fuera. Se que es triste y
duro escribir y leer esto, pero es la verdad. La parte positiva es que ese
momento fue esencial en mi recuperación, hace menos de dos semanas y hoy lo veo
y siento como un recuerdo lejano. Voy a hacer uso de un tópico, pero es que me
va como anillo al dedo, TOQUÉ FONDO en sentido literal y afortunadamente para
mí y para quienes me rodean me negué a quedarme en el fondo hasta el último aliento
y elegí luchar.
Así que ha llegado el día de hacer
AUTOANALISIS, de mirar hacia atrás y tratar de observar con minuciosidad el
trayecto recorrido. De averiguar y catalogar cada uno de los pasos que he dado
para, a día de hoy, sentirme mejor, menos triste, más fuerte y con más ganas de
seguir adelante.
Por eso he llegado a la conclusión,
de que ese tercer pilar del que os hablaba, la fuerza de voluntad, está obrando
lo que hace dos semanas me hubiese parecido un milagro. Ese pilar que yo mismo
he construido con la ayuda de mi entorno y las herramientas facilitadas por mis
terapeutas, está repleto de mis aportaciones positivas. Lleno de pequeños
fragmentos bien pegados entre sí formados por la rutina que día a día he
aplicado a mi vida y compartido con vosotros en éste Blog. Y visto desde ésta
perspectiva veo lo importante de los pasos que he dado y fragmentos que he
ubicado en mi tercer pilar, y por supuesto, veo que aún me queda recorrido por
andar y batallas por librar.
Lo bueno de éste “autoanálisis” es
que me permite ver con ligera claridad los próximos pasos que tengo que dar. Un
buen consejo para ello es hacer una lista con aquellos aspectos de tu vida que
quieres y puedes cambiar. Una vez hecho esto, solo resta definir y decidir CÓMO
quieres cambiarlos y CUANDO deseas
comenzar. Y así continuamente, hasta el día, que llegará tarde o temprano, que
seas consciente de estar de nuevo al cien por cien, no digo igual que antes de
ésta depresión, si no mejor que antes. Porque como mantengo desde que decidí
luchar por la vida y mi recuperación, de ésta saldremos fortalecidos. Al
tiempo.
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