martes, 24 de febrero de 2015

TOCANDO FONDO



A todos los que padecemos ésta enfermedad nos asemeja un impulso a externalizar nuestros males, es decir, en mi caso mi malestar es una completa insatisfacción del mundo que me rodea, la falta de recursos económicos, las dificultades para ver a mi hijo mayor tras una separación traumática, la pasividad y lentitud del Ministerio de Justicia español y así un largo etcétera que me sumió en el deseo de no afrontar mas luchas y sucumbir a lo injusto del mundo exterior y dejarme morir, o lo que es peor, provocarme la muerte.

Pero al pensarlo con más detenimiento y centrarme en que el hecho de que yo esté vivo es un milagro por encima de todas esas injusticias de nuestro mundo. Y al percatarme de ello fui consciente de que usaba todos mis problemas para hundirme, pero en realidad el problema era yo. Estoy enfermo y ésta enfermedad usa todo el mal que me rodea para que YO y sólo YO cabe mi propia tumba. Y como soy YO y sólo YO el que maneja la pala, he decidido dejar de usar y usar mis manos para agarrarme a la vida.

Llevo cuatro meses dejándome sucumbir ante la depresión, quitándome la vida de forma pasiva, porque además he sido un cobarde, de todas las maneras que se me ocurrían, conducción temeraria, conducción bajo los efectos del alcohol, abusando de los relajantes para dormir indefinidamente, sentado en la terraza de un octavo piso…. Pero hoy he decidido saltar, pero no al vacío, sino hacia arriba, a la superficie, fuera de éste foso que me deja sin aire.

Hoy doy el primer salto y el primer paso hacia la superficie y quiero compartirlo. Como desahogo personal a modo diario, como cuaderno de bitácora y, si a mi me funciona, como apoyo para aquel que lo necesite.

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